La unidad de proceso permite disponer de una miel homogénea y completamente descristalizada favoreciendo los parámetros de productividad al disminuir los tiempos de descristalización final que, dependiendo del tipo de miel, pueden alcanzar valores de 47ºC.
Esta unidad permite, tras el volcado de miel – ya sea en balsas a 40-47ºC (tras cámara calefacción a 60ºC) o bien en continuo a 28ºC (caso de las unidades de HPM) – alcanzar los valores de descristalización en cuestión de minutos mejorando la calidad de producto (minimizando su HMF), su facilidad de operación y evitando cristalizaciones no deseables en el envase.
También se usa en aplicaciones de miel crema para alcanzar valores de enfriamiento a 28ºC para adicionar al tanque con miel de siembra interior.
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